Nos equivocamos, el 24 de noviembre del 2014 decíamos “se ha hecho posible lo imposible” y continuamos en la fase de imposible con la esperanza de hacer posible mañana lo imposible de hoy.
Decíamos: hoy gozamos en Castellón de las bondades reconocidas para la transformación de las personas en los cuatro colegios CAES, a saber Carles Selma, San Agustín, Illes Columbretes y Guitarrista Tárrega, gracias a la implantación de las Comunidades de Aprendizaje.
Nos quedamos con el gozo. Se ha difuminado el proyecto por arte de birli-birloque.
Nosotros insistimos y denunciamos, no hace falta aportar muchas pruebas: En veinte años los alumnos de estos colegios no han conseguido veinte títulos de bachillerato.
Esta situación de aumentar la marginalidad no debemos consentirla y como decía Martin Luther King “los culpables son los que mantenemos el criminal silencio de una injusticia de tal tamaño”.
Para reforzar mis argumentos intento apoyarme en expertos y releyendo a Fernando Sabater me permito transcribir dos párrafos de su libro “El valor de educar”.
“Si la socialización primaria se ha realizado de modo satisfactorio, la socialización secundaria será mucho más fructífera, pues tendrá una base sólida sobre la que asentar sus enseñanzas”
“Por tanto, la pretensión universalizadora de la educación democrática comienza intentando auxiliar las deficiencias del medio familiar y social en el que cada persona se ve obligado por azar a nacer, no refrendándolas como pretexto de exclusión. Otra vía universalizadora de la educación consiste en ayudar a cada persona a volver a sus raíces”
Otro autor IAN ROBERTSON, uno se los más prestigiosos especialistas mundiales en rehabilitación cerebral, en un párrafo de su libro “Moderar tu mente”, dice: “Una enseñanza de baja calidad reduce la inteligencia y perjudica intelectualmente de por vida”
Desearíamos que este mensaje fuese captado por los políticos responsables, tanto los que ostentan el poder, como la oposición y se pusieran manos a la obra. Esta situación educativa no la podemos permitir, aunque nuestra fuerza sólo sea crear convencidos en la democracia.
Salud y Libertad.